Buena parte de las actividades industriales tienen como consecuencia, en mayor o menor medida, emisiones al medio, bien a la atmósfera, las aguas o el suelo. Es el caso, por ejemplo, de la producción de biometano, una industria que se está asentando en Europa y con la expectativa de un fuerte desarrollo en España en los próximos años. El Real Decreto Legislativo 1/2016, de 16 de diciembre trata de establecer un marco para la prevención y el control de dichas emisiones. El ámbito de aplicación de esta normativa se determina en función del tipo de actividad, que en el caso del biometano se encuadra dentro de la gestión de residuos.
Como resultado, las instalaciones que superan la capacidad determinada por dicha normativa deben obtener, de manera previa a la ejecución del proyecto, la Autorización Ambiental Integrada (AAI), que en este caso implicaría a las plantas con una capacidad superior 75 o 100 toneladas al día, dependiendo del proceso de valorización de residuos llevado a cabo. Para su obtención, el promotor debe presentar un proyecto básico que debe incluir, entre otras, el estado ambiental previo del emplazamiento, los posibles impactos previstos, recursos empleados y/o generados, fuentes, tipos y cantidad de emisión, tecnologías y/o técnicas utilizadas para prevenir o reducir las emisiones, etc. Es aquí donde entran en juego las denominadas Mejores Técnicas Disponibles, o abreviado, MTD.
Se trata de la fase más eficaz y avanzada de desarrollo de las actividades que permiten reducir o eliminar las emisiones y el impacto en el medio ambiente y la salud de las personas. La determinación de las MTD parte de la información recabada como resultado del intercambio entre organismos gubernamentales, industrias y organizaciones promotoras de la protección del medio ambiente, que la Unión Europea recoge en forma de Documentos de referencia (BREF, por sus siglas en inglés) para los diferentes sectores industriales, como puede ser el BREF para el tratamiento de residuos.
Una evaluación individualizada de las características particulares de cada proyecto permite determinar cuáles son las MTD que deben implementarse. Estas determinarán los valores límite de emisión asociados a las MTD para cada uno de los elementos, así como las técnicas que deben aplicarse. Las MTD pueden ir desde cuestiones generales, de aplicación para a la gran mayoría de instalaciones de uno o varios sectores, a cuestiones específicas para cada uno de los vectores ambientales a considerar. Siguiendo el ejemplo de la producción de biometano, el documento de referencia es “Conclusiones sobre las mejoras técnicas disponibles (MTD) en el tratamiento de residuos” (Decisión de ejecución (UE) 2018/1147 de la Comisión de 10 de agosto de 2018).