En el 2014 publicamos una serie de artículos hablando del pasado, presente y futuro de la energía eólica. Por aquel entonces, comentábamos datos como que a 31 de diciembre de 2013 la energía eólica instalada en España era de 22.959 MW, siendo en la misma fecha del 2017 de 23.092 MW.
También hablábamos de que, según la Asociación Europea de la Energía Eólica (EWEA), para 2020 habría instalados en Europa unos 230 GW. Pues bien, aún quedan dos años enteros para eso y a finales de 2017 Europa acumulaba instalados 169 gigas eólicos, 15,2 de ellos mar adentro (eólica offshore), por lo que aún queda camino por recorrer.
El desafío en España es que se puedan cumplir los objetivos europeos fijados para 2020 y que los 4600 MW que se han adjudicado en subasta en 2017 y 2016 se instalen a tiempo.
Según la Asociación Empresarial Eólica (AEE) durante 2017, el segundo proveedor energético en España fue la energía eólica, un 19,2% de la electricidad consumida procedía de esta energía renovable. Datos como este dan muestras de que este tipo de energía renovable, poco a poco, está en auge, a priori una buena noticia para combatir el cambio climático. Pero, que sea una energía clasificada como “limpia” ¿implica que no haya impactos medioambientales asociados? En absoluto. A pesar de que durante la fase de funcionamiento de un parque eólico no existen, por ejemplo, emisiones de gases con efecto invernadero, hay que tener en cuenta los potenciales impactos sobre la flora, la fauna o sus hábitats, entre otros. Es por ello que la vigilancia ambiental tanto en la fase de obra como de explotación de parques eólicos se vuelve imprescindible.
FASES POR LAS QUE PASA UN PROYECTO DE PARQUE EÓLICO - IMPACTOS AMBIENTALES
A cada una de las fases del ciclo de vida de cualquier proyecto de parque eólico se le pueden asociar una serie etapas en el estudio de los potenciales impactos ambientales. Dentro de estas, la vigilancia ambiental es imprescindible en la mayor parte del ciclo de vida de un parque eólico, por ser vital durante la obra y funcionamiento.
- Fase de proyecto – Planificación desde el punto de vista ambiental
En primer lugar, debemos llevar a cabo un exhaustivo estudio del medio natural. Cobra vital importancia el entorno, el estudio de las variables ambientales y la normativa que afecta al emplazamiento del futuro parque eólico. La magnitud de los impactos que puedan derivarse de la construcción o explotación de estas centrales van a depender en gran medida de la correcta planificación y las medidas preventivas y/o correctoras establecidas en esta fase del proyecto.
- Fase de obra – Materializar el parque eólico
Debemos de tener en cuenta que no sólo se va a proceder a instalar aerogeneradores, sino que también se construirá la infraestructura de evacuación eléctrica y los accesos y viales.
Esta fase cuenta con impactos de tipo paisajístico, acústico, de ocupación del suelo, desbroces y cortas o talas de vegetación, y afecciones sobre fauna.
En Emberiza, contamos con personal altamente especializado en la vigilancia ambiental en la fase de obra de parques eólicos.
- Fase de explotación – Hacer uso de la energía eólica
Van a primar los impactos visuales y los que afectan directamente a la fauna del entorno. Es importante velar también por la correcta gestión de los residuos.
Es en esta fase donde el equipo de técnicos ambientales especializados (biólogos, ambientólogos, ornitólogos, etc.) deben velar por testar las predicciones de la evaluación de impactos realizada en el estudio de impacto ambiental. A través del cumplimiento del Plan de Vigilancia Ambiental, se deben implementar las metodologías suficientes para comprobar que la aplicación de las medidas preventivas y/o correctoras está siendo eficaz y, en caso de ser necesario, proponer cambios ajustando tipologías, alcances y/o frecuencias del seguimiento.
Como mencionábamos al principio del artículo, en España se han adjudicado en subasta 4600 MW entre 2016 y 2017, lo que implica la construcción de nuevos parques eólicos en el territorio nacional. Desde Emberiza, como consultoría ambiental, queremos destacar la importancia de la buena planificación de la vigilancia ambiental en estos casos. Debemos anticiparnos y vigilar los posibles efectos negativos de estas construcciones para velar por la seguirdad de nuestro planeta.
Esta noticia ha sido redactada por Sara González Rodríguez.