Los grandes avances de la fisiología y biología molecular de plantas de los últimos años nos han mostrado que la producción de defensas inducidas por la herbivoría, más que una excepción, son una estrategia general en el mundo vegetal. El hecho de que las plantas incrementen sus niveles defensivos en respuesta al ataque por insectos herbívoros y determinados patógenos significa que pueden percibir e identificar el daño, codificar y señalizar el mensaje de peligro a través de sus tejidos, y responder en consecuencia. Dichas respuestas son más rápidas y específicas de lo que inicialmente se había pensado.
Además, se ha demostrado en algunas especies que la emisión de determinados compuestos volátiles por parte de plantas atacadas puede ser percibida por su vecindad como riesgo de ataque y desencadenar respuestas defensivas antes ser atacadas. Por este motivo, estos compuestos se pueden considerar como una defensa indirecta ya que pueden proporcionar información sobre el estado de la planta atacada al resto de la comunidad biológica.
Los vegetales producen y emiten numerosos compuestos orgánicos volátiles (VOCs) al aire y la composición de estas emisiones puede variar dependiendo de su función. Siempre se ha reconocido el olor que producen, por su importancia comercial y estética, que liberan no sólo de flores y frutos sino también de tejidos vegetativos. En las últimas décadas se ha establecido la influencia que ejercen los aromas sobre numerosas interacciones, en relación con funciones fisiológicas, ecológicas y más recientemente, atmosféricas.
La importancia de la intercomunicación vía volátiles radica en que pueden actuar como señales para otros organismos, y para el mismo individuo; además, pueden ser exportados y modificar el entorno de las especies que los producen, sus vecinos y sus enemigos. Los volátiles químicos sirven a las plantas para:
? Reproducción, al atraer polinizadores o dispersores de semillas
? Como defensa para repeler insectos o detener la colonización de bacterias y hongos fitopatógenos
? Para atraer enemigos naturales de herbívoros
? Como mensajeros intra- e interespecíficos.
Las tasas de emisión de volátiles están influenciadas en mayor o menor grado por una gran cantidad de factores que pueden alterar la síntesis y su difusión a la atmósfera. Estos son clasificados en dos grupos principales:
? Genéticos y bioquímicos: determinan la producción y emisión de volátiles porque regulan los niveles de enzima responsable del paso final en la biosíntesis y la disponibilidad del sustrato en la célula, y hacen que las emisiones sean altamente específicas y regidas por el desarrollo de la planta.
? Externos, subdividido a su vez en bióticos y abióticos. Los factores externos bióticos son ocasionados por la interacción con animales, plantas y microorganismos, ya que los compuestos producidos son empleados para la defensa, protección y comunicación. Entre los factores abióticos se encuentran: temperatura, luz, disponibilidad de agua, humedad, ozono, viento...
La compleja red de factores, sus interacciones y las diferentes respuestas inducidas con los volátiles, conducen a una amplia variabilidad cualitativa y cuantitativa, espacial y temporal de las emisiones. Éstas a su vez tienen fuerte relevancia en su fisiología y ecología, la química atmosférica y el clima.
Fuentes de información:
1. Marín-Loaiza, J. and C. Céspedes (2007), revista fitotecnia mexicana.
2. Heil, M. and J. C. Silva Bueno. "Within-plant signaling by volatiles leads to induction and priming of an indirect plant defense in nature."
3. Richard Karban and Kaori Shiojiri. "Self-recognition affects plant comunication and defense".
4. Richard Karban, Kaori Shiojiri and Satomi Iahizaki. "An air transfer experiment confirms the role of volatile cues in comunication between plants.
