Eólica offshore: qué es y crecimiento
La eólica offshore es la encargada de producir energía en parques eólicos marinos, aprovechando la fuerza del viento al igual que los terrestres. Se prevee que este tipo de energía tenga una gran proyección en las próximas décadas.
El crecimiento de instalaciones eólicas marinas ha sido notable en los últimos años, liderando la lista de países europeos Alemania, Dinamarca, Reino Unido y Países Bajos. La principal razón de este incremento está muy clara: la velocidad del viento es superior en el mar que en la tierra, obteniendo un 20% más de capacidad de producción. Además, debido al aumento de construcciones offshore, el coste de las instalaciones se ha visto reducido en los últimos años, aunque sigue siendo mucho más económica la creación de parques terrestres.
El pasado 5 de marzo Navantia-Windar hacía entrega de las cuatro primeras estructuras “tipo jacket”, construídas en el astillero de Fene (Ferrol) y destinadas a formar parte del parque eólico offshore más grande del mundo, el East Anglia One, perteneciente al Grupo Iberdrola. Ubicado en el sudeste de Inglaterra, comenzará a funcionar en 2020 y podrá abastecer de electricidad a unos 500.000 hogares británicos.
Eólica marina: impacto ambiental
Por otro lado, hay que tener en cuenta determinadas consideraciones a la hora de construir un parque eólico marino debido a los impactos que puede generar sobre el ecosistema, tanto en su etapa de construcción como en el funcionamiento del mismo. Hay que prestar especial atención a las rutas de migración de las aves, fauna marina de la zona y hábitats de especial interés.
Estudios evidencian que algunas especies de aves modifican sus rutas migratorias para no atravesar los aerogeneradores, lo cual implica un gran gasto energético volando alrededor de ellas, sobre todo en parques de gran envergadura. Es importante la utilización de mapas de sensibilidad de aves para minimizar los impactos en las mismas a la hora de situar un parque. Muchas especies de peces podrán verse favorecidas por los eólicos, ya que sirven como cobijo contra predadores y corrientes fuertes de agua. Asimismo, pueden acudir a las plataformas para alimentarse, desovar o como área para alevines, y muchas especies podrán crear santuarios debido al acotamiento de la pesca dentro de los parques.
El gran problema que presenta la eólica marina es la alteración de los fondos marinos. La generación de sedimentos es suspensión, producidos por la potencia de los aerogeneradores, supone una disminución de la radiación solar que llega a los fondos marinos, alterando la fauna y la flora del lugar.
Hay que considerar también otros factores como el ruido, vibraciones y campos electromagnéticos ya que pueden afectar a determinadas especies, dependiendo de su sensibilidad.
En definitiva, al margen de que sea unas de las energías más limpias y rentables en la actualidad debemos de tener en cuenta ciertos aspectos fundamentales y utilizar todas las herramientas disponibles para la minimización de impactos en los ecosistemas marinos.
Esta noticia ha sido redactada por Carlota Mendiguchía y Sara González Rodríguez.