Los primeros parques eólicos que se construyeron en España llevan ya más de 20 años en funcionamiento. Al acercarse al final de su vida útil, estimada en unos 25 años aproximadamente, muchos promotores y gestores se encuentran en un nuevo escenario: qué hacer con las instalaciones obsoletas. Aquí te contamos las principales líneas de actuación.
En líneas generales, al final de su vida útil, en un parque eólico nos encontramos con los siguientes elementos:
- Aerogeneradores (palas, góndola, torre, virola, tren de potencia, rotor, componentes eléctricos y electrónicos, grasas y aceites, etc.)
- Viales que caerán en desuso, y otros que se seguirán aprovechando
- Plataformas de montaje
- Cimentaciones
- Torres meteorológicas
- Centros de transformación
- Líneas de cableado de media tensión en zanjas subterráneas
- Subestación eléctrica
- Otros
Para la gestión de estos elementos tras su desmantelamiento debe realizarse una planificación previa, manteniendo el principio de jerarquía en su tratamiento:
REUTILIZAR > RECICLAR/VALORIZAR > ELIMINAR
1. REUTILIZACIÓN
La reutilización constituye la primera de las opciones que debe considerarse a la hora de planificar el destino de los componentes del parque eólico desmantelado. Abarca desde el empleo de las piezas usadas como recambio en otras instalaciones, hasta su venta o cesión para usos afines (por ejemplo, academias de formación para futuros técnicos de operación o mantenimiento de parques eólicos).
Como destino de estas piezas de recambio, se valorará como alternativa prioritaria su empleo en otros parques eólicos con similar modelo de aerogenerador. Como aprovechamiento más habitual, debe considerarse el de dar una segunda vida a las palas, la góndola (incluyendo el rotor completo) y la torre. Cuando además se prevea la posterior repotenciación de la instalación, algunos elementos como el hormigón de las cimentaciones, o los áridos de los viales, pueden aprovecharse en la nueva obra civil, siempre y cuando sus características fisicoquímicas cumplan con las especificaciones técnicas necesarias y las autorizaciones administrativas no lo impidan.
2. RECICLAJE/VALORIZACIÓN
Con aquellos elementos sin posibilidad de una segunda vida, se llevará a cabo una valorización o reciclaje que tenga en cuenta las mejores técnicas disponibles en el momento de su gestión.
Son elementos típicamente susceptibles de este tratamiento las partes metálicas sin aprovechamiento posterior en su presentación actual en el parque eólico, como pueden ser las virolas de la cimentación de los aerogeneradores, las torres de estos, o el aluminio y cobre presente en los kilómetros de cableado eléctrico habitual en este tipo de instalaciones.
Por su contribución a la cantidad final de elementos a desmantelar, las palas de los aerogeneradores suponen un aporte de fibra de vidrio que debe reciclarse. En la actualidad, esta valorización no es habitual por el elevado coste económico que conlleva, y los gestores de residuos priorizan su eliminación a vertedero frente al reciclaje.
3. ELIMINACIÓN
Se trata de la última opción viable, que solo debe escogerse cuando quede convenientemente justificado que no es posible mantener las opciones anteriores.
Cada desmantelamiento tendrá una casuística diferente, en la que confluyen factores de muy diversa índole que pueden condicionar el destino de los residuos generados. En cualquier caso, no es un proceso exento de riesgos, que debe ser evaluado desde un punto de vista medioambiental amplio. En EMBERIZA estamos especializados en todo el ciclo de vida de un proyecto de parque eólico, y tenemos experiencia en la tramitación administrativa de cada una de las fases, desde los primeros estudios de viabilidad, hasta su ejecución, obra y seguimiento posterior.