Con más de 1400 especies, los murciélagos (O. Chiroptera) son el segundo orden de mamíferos más diverso. Pero su diversidad no solo se hace patente en el número de especies, sino también en su variabilidad ecológica, trófica y comportamental, la cual les ha permitido ocupar todos los hábitats terrestres a excepción de los polos.
Son, además, los únicos mamíferos con capacidad de vuelo activo; característica que, unida a sus hábitos nocturnos, ha facilitado el desarrollo de un sistema de orientación y percepción del medio externo basado en el uso de señales acústicas: la ecolocación. Este sistema consiste en la emisión activa de ultrasonidos y la interpretación de las modificaciones acústicas de sus ecos (¡como el sónar de los barcos!).
Históricamente, el discreto modo de vida de los murciélagos ha dificultado el estudio de su diversidad y ecología. Sin embargo, en los últimos años se han desarrollado tecnologías específicas (detectores de ultrasonidos y softwares específicos) que permiten el estudio de sus emisiones ultrasónicas. Gracias a estas nuevas herramientas han tenido lugar grandes avances en el conocimiento y conservación de los quirópteros.
Las características de las emisiones de ecolocación están relacionadas con su tamaño y modo de vida (estrategia de caza, hábitat, etc.). Por lo tanto... ¿podemos identificar todas las especies mediante la grabación y análisis de sus emisiones ultrasónicas? No se puede dar una respuesta tajante a esta pregunta, pero sí podemos afirmar que es posible identificar la mayoría de las especies ibéricas.
Aun así, debemos ser cautos a la hora de identificar especies de murciélagos mediante métodos bioacústicos debido a la existencia de variabilidad intraespecífica, por variación geográfica y adaptación al ambiente de los parámetros de las emisiones de ecolocación, que hace que no tengan unas características invariables. Por lo tanto, es necesario disponer descripciones completas, en diferentes ambientes y localidades, que recojan la plasticidad de las emisiones.
Una especie con gran variabilidad intraespecífica en sus emisiones de ecolocación, tanto geográfica como por adaptación al ambiente, es el nóctulo grande, Nyctalus lasiopterus (Schreber, 1780).
El nóctulo grande no solo es la especie de murciélago europea de mayor tamaño, sino que es también la más rara. En cuanto a su estado de conservación, figura como vulnerable en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, el Atlas y Libro Rojo de los Mamíferos Terrestres de España y en la Lista Roja de Especies Amenazas de la IUCN.
Su alimentación también es peculiar: es la única especie europea de murciélago que no es exclusivamente insectívora, ya que sabemos que incluye pequeños pájaros en su dieta.
En la península ibérica, encontramos escasas poblaciones de nóctulo grande con distribución discontinua, pero son las más importantes conocidas hasta el momento. Sus refugios se encuentran en huecos de árboles maduros, lo que dificulta encontrarlos de modo que el estudio de sus emisiones de ecolocación cobra una gran importancia.
Esta especie se ve amenazada por la pérdida de refugios y la colisión con aerogeneradores en parques eólicos. En estas circunstancias, el estudio mediante métodos bioacústicos es especialmente relevante ya que facilita la identificación de áreas con presencia de nóctulo grande que, de otra forma, probablemente pasarían desapercibidas