Actualmente nos encontramos ante una importante disminución de organismos polinizadores llegándose a conocer como “La crisis de los polinizadores” y un ejemplo de ello lo tenemos en el declive poblacional que ha sufrido recientemente la mariposa monarca migratoria (Danaus plexippus plexippus), característica de América del Norte.
Una gran proporción de plantas dependen, principalmente, de insectos para su reproducción. Sin embargo, estos organismos polinizadores se enfrentan a varias amenazas que afectan a su supervivencia, muchas de ellas originadas por el ser humano. Los pastizales que constituyen el hábitat de mariposas y muchos otros insectos están siendo sustituidos por campos de cultivo. La agricultura intensiva perjudica gravemente la biodiversidad ya que la presencia de grandes extensiones de monocultivos, junto con el uso de pesticidas, siegas, etc. provocan que únicamente las especies más resistentes y tolerantes puedan sobrevivir, reduciéndose de esta manera la riqueza del medio.
Una de las especies afectadas y que ha sido recientemente incluida en la Lista Roja de Especies Amenazadas bajo la categoría de “En peligro” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), es la mariposa monarca migratoria. Esta es una subespecie migratoria del género Danaus que en los meses de otoño se dirige a los estados de México y California para hibernar y posteriormente durante la época primaveral y estival se desplaza hacia el norte de Estados Unidos y sur de Canadá para su reproducción y alimentación. Aunque es una especie característica de América del Norte, su rango de distribución abarca otras partes del mundo incluido España, observándose ejemplares en las Islas Canarias y sur de la Península Ibérica.
Son varias las amenazas a las que se enfrenta este lepidóptero, por un lado se encuentra la tala forestal y los cambios de uso de suelo convirtiendo zonas de pastizal en campos de cultivo lo que conlleva a la deforestación y destrucción de su hábitat, mientras que, por otro lado, se encuentra el uso de productos químicos, herbicidas y pesticidas, que afecta negativamente tanto a este insecto como al algodoncillo (especies del género Asclepias como Asclepias incarnata), única planta que sirve de hábitat y de alimento a los estadíos larvarios de esta mariposa. A todo lo anteriormente mencionado, hay que sumarle el efecto del cambio climático donde las altas temperaturas junto con las sequías perjudican la supervivencia del algodoncillo, alteran el momento de migración de la especie e incrementan el riesgo de incendios forestales acabando con las zonas de pastizal. Como consecuencia, su tamaño poblacional se ha reducido entre un 22% y 72% en los últimos 10 años, según datos aportados por la propia IUCN.
La disminución poblacional tanto de la mariposa monarca migratoria como la de otros insectos, podría ocasionar una pérdida de servicios ecosistémicos afectando a la diversidad de plantas silvestres y a la estabilidad del propio ecosistema, lo que conllevaría a importantes impactos negativos ecológicos y económicos. Por lo tanto, es necesario establecer medidas efectivas para evitar que tanto Danaus plexippus plexippus como otras especies polinizadoras vean reducida drásticamente su población y lleguen a extinguirse. Algunas de estas medidas deberían ir destinadas a proteger o regenerar los pastizales, un medio, que no sólo presenta una gran biodiversidad, sino que también actúa como un importante reservorio de carbono en los ecosistemas terrestres.
