En el actual contexto de cambio global en el que nos encontramos, se hace necesario conocer nuevos conceptos que cada vez están más presentes en nuestras vidas. En los últimos años se han registrado varios récords climáticos en muchas zonas del planeta y hemos visto como en las últimas fechas se han pulverizado récords de temperaturas relacionados con la ola de calor que ha afectado a España y a gran parte de Europa.
Pero, ¿qué es un récord climático? Este concepto se podría definir como aquel valor mínimo o máximo que se alcanza en una determinada variable climática superando la anterior marca establecida, como podría ser el récord de temperatura máxima absoluta o el récord de precipitaciones en un mes. Pero para que se registre un récord climático no tiene por qué producirse en un contexto de evento extremo, ya que en muchas ocasiones se puede dar uno de estos eventos y no registrarse ningún récord.
Galicia, a pesar de poseer un clima caracterizado por la suavidad térmica en invierno y en verano, favorecido por su localización en la zona templada del hemisferio norte y a las puertas del Océano Atlántico que actúa como termoregulador, también registra récords climáticos, causados o no por la ocurrencia de eventos extremos. En la comunidad gallega, estos récords climáticos siguen un patrón en su distribución espacial según la variable climática que se esté considerando.
Por regla general, los récords de temperaturas máximas se producen en el interior de la comunidad, en zonas de valles fluviales, principalmente y los de temperaturas mínimas además de en las zonas de valle también en las zonas altas, debido al gradiente térmico vertical.
Los récords de precipitaciones más altas se registran en las zonas más expuestas a la humedad que aporta el océano Atlántico, como la línea costera y en las zonas altas, debido al efecto Föhn. Mientras que los récords de precipitaciones más bajas se dan en las zonas protegidas por las barreras orográficas, como los valles de interior.
Los extremos climáticos relacionados con el viento siguen una distribución común al de las precipitaciones. Las rachas más altas se dan en puntos más desprotegidos y expuestos, mientras que los valles de interior y puntos resguardados de las Rías Baixas son los menos afectados por los vientos.
Y, por último, los récords de insolación presentan una dicotomía norte-sur muy clara. El norte de Galicia es el que registra menos horas de sol, lo que contrasta con los registros que se dan en zonas de las Rías Baixas y sobre todo en puntos del sureste de la comunidad, con más de 1.000 horas de diferencia.
Sabiendo la distribución espacial de los récords climáticos en Galicia y en el contexto de incertidumbre climática actual, la elaboración de unas buenas actuaciones y medidas con el objetivo de afrontar y mitigar los efectos del cambio climático ayudaría a reducir sus ya notables efectos sobre la sociedad y el territorio.
