En el marco del procedimiento de evaluación de impacto ambiental de un proyecto de parque eólico o línea de alta tensión, uno de los primeros trabajos que el promotor debe poner en marcha es el de realizar una serie de estudios previos (o preoperacionales) de las poblaciones de aves y quirópteros en el entorno previsto para la implantación. Te contamos qué debe incluir este tipo de estudios.
Uno de los impactos más estudiados, por su tasa de ocurrencia, de los parques eólicos y de las líneas de alta tensión, es el que acontece sobre las poblaciones de aves y quirópteros de la zona de implantación. La colisión de ejemplares, los desplazamientos o el efecto vacío, son escenarios probables tras la construcción y puesta en marcha de aerogeneradores, apoyos o tendidos eléctricos. Aunque existen medidas preventivas para minimizar este impacto, el conocimiento previo de las especies presentes, y sus comportamientos de vuelo, zonas de nidificación y cría, refugios en el caso de quirópteros, etc., es uno de los más importantes ya que permite analizar si el emplazamiento de los elementos del proyecto es el acertado de cara a evitar afecciones a la fauna.
Por ello, el consenso internacional establece la necesidad de realizar estudios previos de aves y quirópteros en las zonas de implantación, de al menos 1 año de duración, ya que es necesario conocer las fluctuaciones del comportamiento estacional, es decir, qué especies sedentarias y migratorias estarían presentes.
Para la obtención de los datos se realizan censos de campo, que deben desempeñar técnicos familiarizados con el seguimiento de aves y quirópteros. Un estudio debe ser capaz de reflejar el número de especies presentes, sus densidades, localización de nidos, refugios, índices de actividad, patrones de vuelo, migraciones, etc. Por ello, la formación y experiencia es fundamental. Disponer de técnicos cualificados es el factor clave a la hora de optimizar la localización de elementos críticos durante la fase de proyecto, para evitar problemas durante la obra o funcionamiento del parque eólico, especialmente elevados índices de colisión que se traducirían en impactos ambientales graves y problemas para la explotación de la instalación.
Es importante tener en cuenta que no se trata de un mero censo cuya finalidad se termina cuando tengo conocimiento de la densidad, biodiversidad y comportamientos. Este censo es un medio para optimizar el emplazamiento del parque eólico o de la línea de alta tensión. Realizar un censo sin trascendencia en el proyecto o en el propio estudio de impacto ambiental es irrelevante de cara al procedimiento de evaluación ambiental. Lo comentamos porque es habitual ver estudios de este tipo sin conexión con el resto del expediente, y eso es un error que no hace más que desaprovechar esfuerzos.
En EMBERIZA ESTUDIOS AMBIENTALES realizamos estudios previos de aves y quirópteros desde hace años. Conocemos los requisitos administrativos para su cumplimiento y ponemos a disposición de promotores e ingenierías un equipo de técnicos ambientales con formación y experiencia, no solo a la hora de realizar censos, si no también a la hora de prestar asesoramiento en toda la tramitación ambiental de los proyectos.
Puedes leer más sobre este tema en los siguientes enlaces, o buscar en el blog de nuestra web otras referencias similares.
https://www.emberizamedioambiente.es/noticia-medio-ambiente/la-vigilancia-ambiental-y-la-ley-21-2013
